España quiere subir un escalón más dentro de la Unión Europea, para sentarse ya en la mesa de los motores del bloque. Bajo esa premisa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este jueves las prioridades de la Presidencia española del Consejo de la UE, que comenzará el próximo 1 de julio. 

"Europa puede y debe convertirse en el gran proyecto del nuevo orden internacional", aseguró el presidente del Gobierno, al tiempo que enumeraba como prioridades tanto la transición ecológica como la autonomía estratégica de la UE, pero sobre todo las relaciones de la Unión con América Latina, que se verán reactivadas con la cumbre UE-CELAC prevista para mediados del mes que viene. 

En resumen, Sánchez enumeró cuatro grandes puntos para el semestre español al frente del Consejo: reindustrializar Europa, la transición ecológica, el pilar social de la UE y la unidad europea ante los retos globales. El impulso a la industria europea pasa, según el jefe del Ejecutivo, porque la UE sea más independiente frente a otras potencias, precisamente para no pagar el peaje abonado a Rusia en materia energética durante las últimas décadas.

Al mismo tiempo, España quiere que se agilice el proceso de toma de decisiones en la UE, y de hecho es uno de los países miembros firmantes de una propuesta para acabar con la unanimidad en la política exterior de la Unión. Pero además Sánchez ha puesto el foco en la necesidad de cerrar el Pacto de Migración y Asilo; el presidente cree que la urgencia ha crecido todavía más sobre este asunto tras el naufragio de un barco con migrantes en las costas griegas este miércoles.

"Los españoles creemos en Europa, ha hecho mucho por nosotros. Ahora ha llegado el momento de demostrar lo que nosotros podemos hacer por Europa", ha terminado Pedro Sánchez, pidiendo "aprovechar la oportunidad para demostrar la grandeza de un país que mira de igual a igual al resto de Estados miembros de la UE".

En este sentido, Sánchez ve como "una mala noticia" el ascenso, dijo, "de las fuerzas antieuropeístas", en una referencia implícita a Vox. Eso sí, el presidente no se pronunció sobre los pactos con el PP. "En relación con los asuntos de política doméstica, me van a permitir que no responda a ellos por una sencilla razón. Y es que, por un lado, estamos en un proceso electoral y, por tanto, la Junta Electoral Central nos ha dicho claramente cuáles son los límites de las intervenciones y de las cosas que tenemos que decir en instituciones públicas como es el caso del palacio de la Moncloa", aseveró.

Ante las elecciones del próximo 23 de julio, Sánchez quiso dejar claro que el Ejecutivo actual "no impone prioridades" por lo que un cambio de Gobierno no afectaría sustancialmente a la agenda de la presidencia. "La presidencia rotatoria sitúa a España como un actor de construcción de puentes para tratar de sacar adelante expedientes que no imponemos desde España sino que ya están en Europa", expresó.

En el acto también han estado presentes la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez.

España presidirá el Consejo de la Unión Europea durante seis meses, desde el 1 de julio de 2023 hasta el 31 de diciembre de este mismo año. Es la quinta vez que España preside la Unión Europea. Durante este periodo, España deberá coordinar las formaciones del Consejo (excepto la de Asuntos Exteriores) y los distintos comités. "La presidencia del Consejo de la Unión Europea es una función muy valiosa en la que España tendrá un papel coordinador imprescindible para dar respuesta a las necesidades y retos de la Unión", reza la web de la Comisión Europea.